Normalmente, los alumnos que han llegado a nosotros han elegido el clarinete porque es el instrumento que le gusta. En las primeras sesiones están ansiosos de aprender y esto es algo que los profesores debemos aprovechar, no solo para enseñarle los principios básicos, sino sobre todo para crear un ambiente entre alumno/a- profesor/a de simpatía agradable, haciendo que el alumno se sienta cómodo y motivado.
La primera lección empezará con la presentación del instrumento y las instrucciones para montarlo y desmontarlo, así como la importancia de su limpieza. Desde un punto de vista didáctico, es conveniente que en la primera clase hagas sonar al instrumento, para que te des cuenta de que hacerlo sonar es fácil.